No sé por dónde exactamente empezar. No sé por qué se me hace difícil escribir otra vez en notas aunque antes lo hacía diariamente por todo lo que sentía.

Emociones mierdas.

Qué divertido es pasar tiempo contigo. Hace un año y algo nuestro contacto fue distinto. Te topaste con una versión mía llena de problemas, miedos, con mucha ansiedad y pensamientos feos.

Lo que más se dibuja en mi mente ahora para decirte es gracias. Porque he hecho tantas cosas no tan buenas y tú me miras como si fuera la cosita más linda de la tierra y me tratas con tanto cuidado y atención, que mas siento estás tratando con una chiquita de 8 años. De verdad gracias por eso. Por las experiencias nuevas, los lugares nuevos, las risas de chistes monses, porque mi humor es muy básico.

Qué lindo ha sido conocerte, de verdad. Pido perdón por absolutamente todo lo hecho y es necesario para mí, decir que hubiera preferido no hacerlo. No lastimarte. No te lo mereces. Compartir contigo un pedazo de mi vida, por tiempos determinados, es sin duda de las cosas más interesantes que me han pasado.

Soy una persona que siente mucho y eso me lleva a tomar la decisión por los dos, quizá egoísta, quizá no. Porque te necesito bien y feliz. Necesito que te tomes mil fotos en viajes, con tiburones de plástico enormes, con tu sobrina.

Necesito que sigas estando bien y no con las dudas o el miedo de que alguien a tu lado, pueda fallarte. He estado ahí y no quiero por nada que vivas eso. Sé que podría decir, pero puedo mejorar, cambiar, hacernos bien, pero supongo lo tengo que hacer por mí misma, a mi ritmo. Por eso quiero que te quedes con todas las experiencias divertidas, yo me quedo con las no tan divertidas.

Estaremos bien, no juntos pero bien. Gracias por todo y perdón de corazón por también todo. Estar contigo se siente como sentarse en la playa a las 5 de la tarde, mirando cómo se va escondiendo el sol. Un momento en paz, dulce.

Encuentro todos los motivos para dejarte estar bien. Asumo que parte de mí sabía que esas metas a largo plazo estaban más lejanas de lo que sonaba. Eso no significa un contacto nulo. Eres parte de mí, siempre estaré feliz de saber algo de ti. Sin embargo eso está en tus manos.

Gracias por no dejarme sola y llevarme a un museo bonito. Gracias por darme el chance de volver a tu vida y pedirte perdón. La vida es permanente, pero estoy muy agradecida por este momento contigo.